En el mundo de las matemáticas financieras, es fundamental comprender cuándo es conveniente elegir una renta como PRE o como POS. Esta decisión puede tener un impacto significativo en el valor actual de la renta y, por lo tanto, en las decisiones financieras que tomemos. En este artículo exploraremos en qué situaciones es recomendable tratar una renta como PRE o como POS, y cómo podemos tomar esta decisión de manera informada.
Renta POS: ¿Cuándo elegirla?
Cuando hablamos de una renta POS, nos referimos a una situación en la que el valor actual deja la renta valorada un periodo antes del vencimiento de la primera cuantía. En otras palabras, en una renta POS, el punto de valoración se encuentra antes del vencimiento de la primera cuota.
Este enfoque puede ser útil en situaciones donde necesitamos conocer el valor presente de una renta con anticipación, antes de que se produzca el primer pago. Por ejemplo, si estamos evaluando la viabilidad de un proyecto de inversión y necesitamos determinar cuál sería el valor actual de los flujos de efectivo esperados un año antes de que comiencen a generarse.
Al elegir una renta como POS, estamos tomando en cuenta el valor presente de los flujos de efectivo de manera anticipada, lo que puede ayudarnos a tomar decisiones financieras más acertadas y a anticiparnos a posibles escenarios futuros.
Renta PRE: ¿Cuándo elegirla?
Por otro lado, en una renta PRE el valor actual deja la renta valorada justo en el instante en el que vence la primera cuantía. En este caso, el punto de valoración se sitúa en el momento exacto en que se produce el primer pago de la renta.
La elección de una renta como PRE puede ser apropiada cuando necesitamos saber el valor presente de una renta en el momento en que se realiza el primer pago. Por ejemplo, si estamos evaluando un préstamo con pagos mensuales y queremos determinar cuál sería el valor actual de esos pagos en el momento en que se realice el primer desembolso.
Al tratar una renta como PRE, tenemos en cuenta el valor presente de los flujos de efectivo en el momento en que se produce el primer pago, lo que puede ser útil para planificar de manera más precisa nuestras finanzas y tomar decisiones informadas.
En resumen, la elección entre tratar una renta como PRE o como POS dependerá del punto de valoración que necesitemos en cada situación específica. Es importante tener en cuenta estas diferencias y considerar cuál es el enfoque más adecuado para cada caso concreto, con el fin de obtener una valoración precisa y tomar decisiones financieras acertadas.